Me acerco a la cámara, sabiendo que la audiencia está ansiosa por ver el espectáculo. «¿Listos, cabrones?» pregunto, riendo, mientras me quito lentamente la ropa, dejando al descubierto mi cuerpo desnudo y tentador. Me giro, mostrando mi culo redondo y firme, y con un movimiento lento y seductor, me agacho para tomar mi plug anal de la mesita de noche.
El plug, con su base en forma de colita de zorra, brilla bajo la luz, prometiendo una experiencia intensa y placentera. «Miren y aprendan, pendejos,» digo, riendo, mientras me pongo de rodillas y me inclino hacia adelante, ofreciendo una vista tentadora de mi culo. Con una mano, separo mis nalgas, revelando mi agujero apretado y tentador. Con la otra, tomo el plug y lo acerco a mi entrada, dejando que la punta fría toque mi piel caliente.
Lentamente, empiezo a empujar el plug, sintiendo cómo se abre paso en mi culo, llenándome y excitándome a cada segundo. «Miren cómo me lo meto todo,» gimo, empujando más profundo, hasta que el plug está completamente dentro, y solo la colita de zorra queda visible, moviéndose tentadoramente con cada movimiento de mi culo. Me levanto, mostrando mi cuerpo con el plug dentro, y me muevo sensualmente, disfrutando de la sensación y de las miradas hambrientas de mi audiencia. «¿Les gusta, cabrones? Pues esto es solo el comienzo,» digo, riendo, mientras continúo mi espectáculo, sabiendo que he encendido sus deseos y los he dejado ansiosos por más.
