En la quietud de su habitación, la colegiala peludita se sienta en el borde de su cama, con una mezcla de timidez y curiosidad. Con movimientos lentos y deliberados, se deshace de sus jeans y bragas, dejando al descubierto su sexo cubierto por un suave vello. Se recuesta, permitiendo que sus piernas se abran ligeramente, y con una mano temblorosa, comienza a explorar su cuerpo. Sus dedos se deslizan suavemente por sus muslos, acercándose a su sexo. Al tocar sus labios vaginales, siente una oleada de placer que la hace estremecer. Con un gemido suave, introduce un dedo dentro de sí misma, moviéndolo lentamente al principio, pero ganando ritmo a medida que su excitación crece. La humedad aumenta, y sus movimientos se vuelven más decididos, más profundos. La colegiala peludita se pierde en su propio placer, sus caderas se levantan ligeramente para encontrar cada empuje de sus dedos. Con un gemido más fuerte, se introduce otro dedo, sintiendo cómo su interior se contrae alrededor de ellos. La sensación es abrumadora, y con un último movimiento, se moja a chorros, su cuerpo temblando de éxtasis
colegiala peludita se moja a chorros cuando se comienza a meter los dedos
Related videos

















