le dice a la morrita colegiala que se ponga de perrito para penetrarla pero la comienza a grabar

En el cuarto de un motel, el profesor, con una sonrisa maliciosa, se acerca a la morrita colegiala que está inclinada sobre su escritorio, preparando sus tareas. «Ven aquí, pequeña,» le dice con voz ronca, «quiero que te pongas de perrito para mí.» La chica, con sus mejillas ya sonrojadas, obedece sin dudar, presentando su trasero redondo y firme. El profesor, con una mano en su cinturón, saca su teléfono con la otra y comienza a grabar, capturando cada detalle de su cuerpo tembloroso. «Así es, mi pequeña, quiero ver cómo te preparas para mí,» susurra, acercándose lentamente, listo para penetrarla mientras la cámara registra cada momento de su sumisión. La colegiala gime suavemente, sintiendo la anticipación y el miedo a la vez, mientras él la toma con fuerza, grabando cada segundo de su encuentro prohibido.